Mondat y los clásicos de la Feria de Málaga
Cuando llega agosto, Málaga se transforma. Las luces, la música, los volantes, el albero… y, cómo no, el aroma irresistible de los serranitos recién hechos en cada caseta. Porque si hay un bocado que define el corazón de la feria, es este: sencillo, sabroso y absolutamente malagueño.
Pero hay algo que muchas veces pasa desapercibido y que, sin embargo, marca la diferencia entre un serranito cualquiera y uno memorable: el pan.
El serranito: mucho más que un bocadillo
Para los que vienen de fuera, el serranito puede parecer solo un bocata. Pero quienes conocen bien la Feria de Málaga saben que es mucho más: es un símbolo de encuentro, de almuerzo improvisado entre cantes y bailes, de energía para seguir celebrando hasta que el cuerpo aguante.
Sus ingredientes clásicos no fallan: lomo de cerdo, jamón serrano, pimiento frito y, a veces, una loncha de queso fundido. Pero el secreto del equilibrio está en el pan.
El pan que sostiene la feria
En Mondat llevamos años siendo parte invisible —pero esencial— de esa tradición.
Nuestros bollitos especiales para serranitos están pensados para aguantar el calor de la plancha, la jugosidad del relleno y las prisas de un camarero que no para de servir platos en plena feria. ¿Cómo lo conseguimos?
✅ Corteza fina y resistente
✅ Miga suave pero compacta
✅ Tamaño ideal para la mano y para el hambre de feria
✅ Fácil de tostar, sin romperse
✅ Estables y frescos durante toda la jornada
Para las casetas, un pan sin sorpresas (ni roturas)
Si formas parte de una caseta, de una barra o de cualquier servicio de hostelería durante la Feria de Málaga, sabes lo importante que es contar con un producto fiable.
Con nuestros bollitos, no hay sorpresas: se trabajan bien, aguantan el ritmo y hacen que cada serranito salga redondo. Literalmente.
Detrás de cada serranito hay algo más que ingredientes.
Hay feria, hay risas, hay calor, hay reencuentros. Y hay pan. Un pan que sostiene no solo un bocadillo, sino también un momento.
Desde Mondat, brindamos por todos esos sabores que construyen la memoria colectiva de esta tierra. Y si podemos aportar un bollito a esa historia… mejor aún.